Autoridad académica
Si eres representante de las autoridades académicas, esto es lo que la investigación dice que puedes y debes hacer para apoyar mejor a los estudiantes diversos en su transición a la educación superior:
Ampliar el acceso no es suficiente. Cada Universidad debe crear las condiciones adecuadas para que todos los estudiantes puedan alcanzar su máximo potencial.
Si quieres que tu institución de educación superior sea inclusiva, ampliar el acceso no es suficiente. Cada centro debe crear las condiciones adecuadas para que los estudiantes pueda alcanzar su máximo potencial. Considera las necesidades de todos los estudiantes, así como las de grupos particulares de estudiantes, no solo aquellos que vienen directamente de la enseñanza secundaria y estudian a tiempo completo o viven en el campus; no sólo aquellos a los que tradicionalmente les ha ido bien en sus cursos previos.
Las autoridades universitarias deben buscar soluciones estructurales para fomentar la inclusión (1) descubriendo qué necesitan los estudiantes diversos para tener éxito y (2) adaptándose a las necesidades de sus estudiantes diversos.
- Crear mecanismos para (1) articular el conocimiento y las habilidades iniciales que los estudiantes deben aportar a los cursos de primer año, (2) identificar las brechas particulares que tienen los estudiantes a este respecto, y (3) brindar soluciones concretas para ayudar a los estudiantes a cerrar esas brechas. Las autoridades universitarias deberían facilitar dichos mecanismos para todos los programas y poner en práctica soluciones al nivel adecuado. Estos mecanismos deben contar con los recursos adecuados y la información sobre ellos debe llegar a los estudiantes y docentes.
- Necesitas crear canales y espacios seguros para obtener los comentarios de los estudiantes, sobre lo que perciben que funciona y lo que no funciona y sobre lo que los estudiantes tienen dificultades dentro de un marco de tiempo, que permita las respuestas a estos comentarios y las acciones pertinentes según sea necesario. Es necesario también tener también canales para que los estudiantes tengan retroalimentación sabiendo cómo se tomaron en cuenta sus comentarios y por qué otros no se tomaron en cuenta. Los estudiantes necesitan ver que están trabajando juntos para mejorar la experiencia de los estudiantes, en lugar de simplemente actuar sobre todas las demandas de los estudiantes independientemente.
- Si es relevante para tu contexto, debes crear posibilidades de estudio a tiempo parcial/más flexibles para los estudiantes que necesitan trabajar para mantenerse a sí mismos y a sus familias, así como a los estudiantes con problemas familiares o de salud que no pueden estudiar a tiempo completo.
- Si no se pueden fijar normas de admisión, para que sólo accedan a tu centro aquellos estudiantes a los que realmente puedes ayudar con su aprendizaje (es decir que ingresen con las competencias iniciales, conociemiento o habilidades necesarias pra tener éxito en un determinado grado), debería haber canales accesibles para apoyar a los estudiantes que deciden retirarse pronto. Necesitas un equipo/unidad especial que ayude a estos estudiantes a encontrar el apoyo que necesario para seguir su programa actual, o ayudar a dichos estudiantes a encontrar un programa que se adapte mejor a ellos dentro de su propia universidad, o identificar un camino de aprendizaje alternativo en otro lugar de su sistema educativo.
Véase también: Moore-Cherry et al., 2015
Apoyar a estudiantes diversos durante la transición debe convertirse en una parte esencial de la cultura universitaria, tanto de sus valores institucionales como de la vida universitaria.
- Todos los estudiantes son diferentes, y el entorno debería ser lo suficientemente inclusivo para que todos prosperen.
- Todos los que trabajan en la universidad deben ser conscientes de lo fácil que les resulta a los alumnos sentir que no pertenecen a la universidad o que no son lo suficientemente buenos. Las universidadaes deben asegurarse de que los estudiantes reciban el mensaje de que son bienvenidos en la universidad y que recibirán apoyo en sus esfuerzos por alcanzar su máximo potencial.
- La inclusión debe estar integrada en todos los aspectos de la experiencia del estudiante; todos aquellos estudiantes con los que entran en contacto en la universidad, y los propios espacios y prácticas universitarias deben hacer sentir a los estudiantes que pertenecen a la universidad.
- El apoyo a los estudiantes no debe delegarse únicamente a los servicios de apoyo. La literatura muestra que las políticas de transición que no incluyen la entrega académica básica rara vez son efectivas (por ejemplo, Pollard & Bamford, 2022). Asegúrate de que todos los que pueden apoyar a los estudiantes de primer año durante la transición conozcan la existencia, las tareas y las mejores prácticas de los demás:
- El apoyo a los estudiantes no puede dejarse sólo en manos de la iniciativa, la buena voluntad o el ingenio de profesores individuales. Debes apoyar a quienes enseñan a los alumnos de primer año en sus esfuerzos por apoyar a los estudiantes en su transición a la educación superior.
Reconocer el papel especial que deben desempeñar quienes enseñan a los alumnos de primer año: asegúrate de que quienes enseñan a los estudiantes de primer año sean seleccionados, apoyados y recompensados adecuadamente.
- El primer año de los programas de grado es el momento en que la facilitación del aprendizaje de alta calidad es de crucial importancia. La falta de tal enseñanza puede realmente afectar el éxito académico de un estudiante.
- Se requiere un perfil de competencia especial para ser un profesor de primer año, particularmente en términos de conocimientos y habilidades pedagógicas..
- Los profesores que dan clase a los estudiantes de primer año deben estar facultados y respaldados por completo para asumir esta responsabilidad especial. Aquellos que enseñan a los estudiantes de primer año a menudo se sienten como los menos importantes y sin embargo, son muy conscientes de sus limitaciones y de lo que no pueden hacer; pero no de su poder para influir en la vida de los estudiantes para bien o para mal, consciente o inconscientemente. Su puesto le brinda la oportunidad, y la responsabilidad, de cambiar esto.
- Asegúrate de que los profesores de primer año reciban apoyo a través de medidas de desarrollo profesional continuo oportunas y específicas, centradas en la concienciación y herramientas concretas, y a través de recursos apropiados (tiempo y acceso a conocimientos especializados, ejemplos de mejores prácticas, etc.)
- Asegúrate de que los profesores de primer año que hacen un buen trabajo para apoyar la transición de los estudiantes y preparar a los estudiantes diversos para el éxito, sean reconocidos y recompensados. Asegra el prestigio de la universidad disponiendo de profesores adecuadamente preparados para encargarse de los cursos de primer año.
- No descuides los “elementos básicos”: asegúrate de que tu universidad tenga todo en orden para que los profesores que dan clase a estudiantes de primer año puedan tener una buena idea de todo el programa de grado y también de cómo se organiza la universidad. Para los estudiantes de primer año, estos profesores son la cara visible de su programa y de toda la universidad.
Crear condiciones adecuadas para que la pedagogía de transición sea desarrollada e implementada por los equipos académicos que dan clase a los estudiantes de primer año.
- Dicha pedagogía debe implementarse en todas las asignaturas de primer curso de todos los programas de grado que tenga la universidad.
- Todos los profesores que imparten un grado, deberían trabajar como un equipo, y especialmente aquellos que dan clase a los alumnos de primer año.
- Los profesores de primer año necesitan tiempo y oportunidades para discutir, desarrollar e implementar cursos basados en la pedagogía de transición; así como facilitadores de CPD que puedan apoyarlos en esta tarea.
- Los primeros pasos básicos serán discusiones para coordinar la relación entre las asignaturas (lo que los estudiantes deben aprender en cada asignatura y cómo dichas asignaturas están vinculadas y se complementan entre sí), los cronogramas de tareas y los requisitos y la distribución de la carga de trabajo de los estudiantes..
- Para los estudiantes de primer año, una experiencia coherente es de crucial importancia. Es posible que haya diferencias entre diferentes cursos/diferentes enfoques o requisitos de los docentes, pero estos deben reconocerse y explicarse abiertamente.
- Las habilidades y competencias fundamentales que los estudiantes necesitan para tener éxito en la educación superior deben desarrollarse deliberadamente en los cursos de primer año. Los cursos de primer año deben brindar a los estudiantes múltiples oportunidades (pero no involuntariamente repetitivas) para desarrollar estas habilidades y competencias y obtener retroalimentación sobre su desempeño.
- Los cursos de primer año también deben incluir actividades que ayuden a los estudiantes a desarrollar un sentido de pertenencia a la universidad, el programa y sus compañeros.
- Orientar, animar y apoyar a todos aquellos que tienen que unir esfuerzos para que esto suceda.
Facilitar la comunicación y cooperación entre todos aquellos que están o deberían estar trabajando juntos para que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial.
- Dichas conversaciones permiten comprender y satisfacer mejor las necesidades de los estudiantes.
- Cooperación de este tipo puede ayudar a reducir la carga de trabajo y aumentar la motivación de todos los involucrados.
- Concentrarse en promover las mejores prácticas de individuos, equipos y programas o servicios completos. Las mejores prácticas deben ser conocidas y compartidas. Esto motivará e inspirará a hacer más esfuerzos tanto a aquellos cuyos esfuerzos son reconocidos, a aquellos que están luchando con un problema que otros ya han resuelto, como a aquellos que tal vez ni siquiera lo hayan notado todavía.

La responsabilidad y el compromiso son clave para el aprendizaje y la retención de los estudiantes. Por lo tanto, es importante proporcionar múltiples medios de participación para los alumnos (en términos de contenido del curso, tipos de actividades de aprendizaje y formas de demostrar el aprendizaje; consulte, por ejemplo, Universal Design of Learning (UDL)).
La participación de los estudiantes también se verá reforzada por los profesores que demuestren que se preocupan por el contenido del curso y por el aprendizaje y el bienestar de los alumnos.
Hoy en día, los profesores que dan clase a estudiantes de primer año deben hacer que los cursos y las actividades de aprendizaje sean atractivos para grupos de estudiantes cada vez más diversos. Cuanto más grande sea el grupo y más diversos los antecedentes y los puntos de partida de los estudiantes, más desafiante será esta tarea... Reconoce y premia estos esfuerzos extra de quienes imparten cursos de primer año en tu universidad...
Los estudiantes a menudo sufren el "síndrome del impostor" y pueden sentir que no pertenecen a la universidad o a su curso. La Universidad necesita dar a los estudiantes una oportunidad justa de ver si han tomado la decisión correcta. Como se muestra en la literatura (Meehan & Howells, 2019: 1388-1389):
“University staff (academic, administrative and academic support) all have a significant role in support[ing] the students’ feelings of ‘connectedness’ to the university by regular, open and clear communication, relationships that provide stability and provide genuine concern and empathy for the challenges faced by students in transition. The building of trusting and respectful relationships is key to student success and belonging”
Centrándose más en los aspectos de enseñanza y aprendizaje, los cursos de primer año deben incluir actividades que ayuden a los estudiantes a desarrollar un sentido de pertenencia a la universidad, el programa y sus compañeros. Para que los estudiantes sientan que pertenecen, es igualmente importante poder desarrollar las competencias clave necesarias para tener éxito en el aprendizaje de la educación superior: aprendizaje autónomo, independiente o autodirigido; pensamiento crítico; escritura académica, etc. Estos pueden no estar explícitamente articulados en los resultados de aprendizaje del programa, pero deben reflejarse en los resultados de aprendizaje del curso, y los académicos deben aprender cómo ayudar a los estudiantes de diversos puntos de partida a desarrollar estas competencias...
Las autoridades universitarias tienen una posición única para poder introducir o mejorar aún más las prácticas de revisión del plan de estudios basadas en los resultados centrados en el estudiante y las actividades de desarrollo profesional que apoyarán los programas, equipos de profesores y académicos individuales en el diseño e implementación de cursos que ayuden a cada estudiante a creer que pueden tener éxito, independientemente de las 'desventajas' que puedan tener el primer día en comparación con los 'estudiantes ideales', que de todos modos no existen.
Los estudiantes de primer año están en transición. Tienen diferentes puntos de partida y muchos de ellos todavía necesitan aprender a aprender a nivel universitario. Es posible que los estudiantes no sepan leer, escribir o incluso razonar como se requiere en disciplinas particulares. Lidiar con esto no se puede delegar solo a los servicios de soporte. El contenido del curso y su facilitación deben ayudar explícitamente a los estudiantes a pasar de su experiencia educativa anterior y sus conocimientos previos a la naturaleza del aprendizaje en la educación superior y el aprendizaje en su disciplina como parte de su aprendizaje permanente.
Como autoridad académica, estás en la mejor posición para crear las condiciones adecuadas para que la pedagogía de transición sea desarrollada y puesta en práctica por equipos de profesores que enseñan a estudiantes de primer año.
Los estudiantes de primer año deben participar en un diálogo sobre lo que les ayuda a aprender. Los profesores, a su vez, deben encontrar formas de involucrar a los estudiantes en formas de aprendizaje nuevas, y tal vez desafiantes, explicando por qué son importantes para su crecimiento académico.
El diálogo entre estudiantes y profesores generará confianza y seguridad, que puede ayudar a ambas partes a tener una mejor comprensión de los roles, derechos y responsabilidades en el contexto del aprendizaje y la educación superior
Lo que las autoridades académicas pueden hacer es crear canales y espacios seguros para recibir los comentarios de los estudiantes sobre lo que funciona y lo que no, y con qué luchan los estudiantes. Con esta información se puede actuar a tiempo y en consecuencia. Debe asegurarse de tener también canales para que los estudiantes sepan cómo se actuó en sus comentarios y por qué no se actuó en algunos de ellos. Los estudiantes necesitan ver que están trabajando juntos para mejorar la experiencia de los alumnos, en lugar de simplemente actuar sobre todas las demandas de los estudiantes independientemente.
Recuerda que tú eres ‘nativo’ en la universidad y das por sentadas muchas reglas que se han convertido en parte de tu subconsciente. Los estudiantes de primer año, por el contrario, son ‘extranjeros’, nuevos en la cultura universitaria y no familiarizados con las reglas. No saben lo que se espera de un estudiante universitario. No saben interactuar adecuadamente con quienes facilitan y apoyan su aprendizaje. No saben lo que su programa, un curso en particular o un profesor en particular espera de ellos. Por lo tanto, vale la pena que los profesores dediquen algo de tiempo desde el principio a establecer reglas básicas y expectativas claras y recordárselas a los estudiantes a medida que avanza en el curso según sea necesario. Un “contrato pedagógico” es una herramienta que puede ayudar.
Hacer explícitas las reglas fundamentales requiere un conjunto particular de competencias y tiempo y, por supuesto, bastante esfuerzo adicional. Como representante de las autoridades universitarias, debes reconocer estas demandas adicionales que los profesores que dan clase a los estudiantes de primer año deben cumplir. No hay otra manera de hacer que tu universidad sea inclusiva y crear condiciones para que todos los estudiantes alcancen su máximo potencial.
Los profesores de alumnos de primer año tienen un papel especial en el apoyo a la transición de los estudiantes. Esta es una experiencia enriquecedora profesionalmente, pero también puede ser un desafío. Por eso es importante que los profesores se sientan parte de una comunidad de práctica: un equipo de compañeros con los que puedan compartir su riqueza de conocimientos, de los que puedan aprender y con cuyo apoyo puedan contar cuando sea necesario.
Trabajar en equipo también es importante para desarrollar coherencia de enfoque y consistencia entre diferentes cursos/módulos de primer año. En última instancia, esto también permitirá que todos los académicos entiendan cómo los están relacionadas las diferentes asignatura y cómo se complementan entre sí. La comunicación fluida dentro de una comunidad de práctica puede ayudar a coordinar los cronogramas de evaluación y los requisitos del curso/programa y distribuir la carga de trabajo de los estudiantes de manera más general.
Los académicos que enseñan a estudiantes de primer año deben tener acceso a oportunidades de desarrollo profesional tanto formales como informales (por ejemplo, tiempo para participar con sus compañeros en debates sobre las mejores prácticas y temas desafiantes) adaptadas a sus necesidades particulares. Como representante de las autoridades académicas, tú estás en condiciones de facilitar el desarrollo de dichas comunidades de práctica. Busca acciones que tú y aquéllos a quienes dirijas puedan tomar para alentar dichas discusiones, aprendizaje y cooperación.
La inclusión sustenta todos los elementos del marco "Academics Can". La ampliación de la participación ha dado como resultado cohortes de estudiantes cada vez más diversas y los profesores desempeñan un papel clave para garantizar que la inclusión se manifieste realmente en la universidad. Para sentirse incluidos, todos los estudiantes necesitan un sentido de agencia y esto se puede promover mediante formas en que los profesores se comuniquen con los alumnos, el diseño del curso, las decisiones a nivel de programa y las políticas y prácticas universitarias.
Quienes trabajan en la universidad, independientemente de su función, son corresponsables de ayudar a cada estudiante a sentirse bienvenido y apoyado hacia el éxito académico.
La inclusión debe estar integrada en todos los aspectos de la experiencia del estudiante; todos aquellos estudiantes con los que entran en contacto en la universidad, y los propios espacios y prácticas universitarias deben hacer sentir a los estudiantes que pertenecen a la universidad.
Lo que las autoridades académicas pueden hacer para garantizar que esto suceda es buscar soluciones estructurales para fomentar la inclusión (1) descubriendo qué necesitan los estudiantes diversos para alcanzar su máximo potencial y (2) ajustándose a las necesidades de los estudiantes diversos.
Para que los estudiantes crezcan académicamente, necesitan saber cómo de bien lo están haciendo y de qué forma pueden avanzar en su aprendizaje. Los estudiantes de primer año están particularmente inseguros de los estándares esperados, del tiempo que deben dedicar al aprendizaje fuera del aula y de la mejor manera de aprovechar este tiempo. No saben si necesitan cambiar sus enfoques de aprendizaje y cómo juzgar la calidad de su propio trabajo.
Cuando los estudiantes no están seguros de estas cosas, piden cada vez más comentarios. Si bien necesitan esa retroalimentación, no siempre es necesario que la proporcionen los profesores. Los profesores pueden usar una variedad de enfoques de retroalimentación constructiva, que devuelvan la responsabilidad al estudiante, en forma de autoevaluación y evaluación entre pares respaldada por rúbricas y respuestas modelo para ser criticadas por los estudiantes, etc.
Como miembro de las autoridades académicas puedes marcar la diferencia aquí, reconociendo el papel esencial deben desempeñar los profesores que imparten clase a los estudiantes de primer año. Lo que puedes y debes hacer es asegurarte de que aquellos que enseñan a los estudiantes de primer año sean seleccionados, apoyados y recompensados adecuadamente.
Cada universidad tiene sus propios servicios de apoyo. Están ahí para ayudar a los estudiantes en cuestiones que están más allá del nivel académico. Lo que los profesores pueden hacer es saber qué servicios hay y señalarlos a los estudiantes según sea necesario.
Crear un entorno de aprendizaje de apoyo es responsabilidad directa de los profesores.
Apoyar a estudiantes diversos durante la transición debe convertirse en una parte esencial de la cultura universitaria, tanto de sus valores institucionales como de la práctica vivida.
La literatura muestra claramente que la accesibilidad de los profesores es importante para los estudiantes (e.g. Charalambous, 2020; Ekornes, 2022; Gill, 2021; Kift & Nelson, 2005; Pollard & Bamford, 2022).
Muchos estudiantes abandonan los estudios porque no reciben la ayuda necesaria cuando la necesitan. Con demasiada frecuencia esto sucede porque los estudiantes no piden ayuda. Es posible que les falte conciencia/confianza sobre la forma en que pueden acercarse a los profesores y deben ser explícitamente conscientes de las opciones disponibles para comunicarse con los profesores.
Sin embargo, debe existir un equilibrio. Por muchas consultas que solicite el alumno, el profesor no debe sentir que el trabajo es inmanejable, sino que ha de buscar otras formas de tratar más eficientemente las dudas.
Lo que puede ayudar aquí es un protocolo acordado en un curso/programa con respecto a cómo los estudiantes deben contactar a los académicos. P.ej. el asunto del correo electrónico debe quedar claro y tanto los estudiantes como los profesores deben mostrar claramente cómo usar cualquier entorno de aprendizaje virtual correctamente si se va a utilizar como medio de comunicación.
Asegúrate de que en tu universidad los que trabajan con estudiantes de primer año tengan tiempo para ser más accesibles para los alumnos; incorpora ese tiempo de contacto adicional en las 'horas'/puntos/cualquier sistema que uses para medir la carga de trabajo de aquellos que dan clase a los alumnos de grado de primer año. Asegúrate de que sólo aquéllos que pueden hacer que los estudiantes se sientan cómodos pidiendo ayuda se encarguen de la tarea de impartir cursos de primer año.
Reconoce el papel especial que deben desempeñar aquéllos que enseñan a los estudiantes de primer año. Asegúrate de que aquéllos que enseñan a los estudiantes de primer año sean seleccionados, apoyados y recompensados adecuadamente.
Muchos alumnos de primer año se entusiasman con su libertad recién adquirida, pero tienden a depender demasiado de los profesores para monitorear su aprendizaje. Por ello, parte de la tarea de los profesores es ayudar a los estudiantes a aprender a ser cada vez más autónomos en su aprendizaje. Recuerda que los estudiantes aún están aprendiendo cómo equilibrar la vida y los requisitos académicos, lo que a menudo desemboca en una mala gestión del tiempo.
Es posible que los profesores no sepan necesariamente cómo ayudar a los alumnos a aprender a aprender: los profesores aprendieron esto hace mucho tiempo y nunca se les ha enseñado a enseñarlo. Por lo tanto, los profesores necesitarán apoyo para poder identificar los componentes de las destrezas y las formas de ayudar a los estudiantes a ponerlos en práctica, al tiempo que desarrollan conocimientos y destrezas más específicos del curso y del programa. Las autoridades académicas pueden crear oportunidades para que los profesores que enseñan a los estudiantes de primer año dediquen tiempo a aprender estos aspectos de su profesión: cómo apoyar el aprendizaje en general, cómo ayudar a los estudiantes a convertirse en estudiantes independientes a lo largo de toda la vida.
Los profesores pueden apoyar la transición de los estudiantes de muchas maneras. Quizás lo más importante es que los profesores pueden apoyar a los alumnos a alcanzar su máximo potencial. Esto incluye darse cuenta de cuándo un estudiante en particular puede necesitar ayuda adicional o, por el contrario, puede necesitar un desafío adicional. Además, los profesores pueden ayudar a identificar a los estudiantes con el potencial adecuado a la elección del programa/curso/universidad realizada y señalar la ayuda para ellos según sea necesario.
Las autoridades universitarias pueden, a su vez, facilitar la comunicación y la cooperación entre todos los que colaboran o deberían colaborar para que cada estudiante pueda desarrollar todo su potencial.
Algunas citas relevantes de las publicaciones de investigación:
- “universities need to understand the different transition journeys of students to provide an inclusive environment where all students can thrive” (Charalambous, 2020: 1420)
- “there is consensus in the international literature that it is no longer sufficient merely to widen access mechanisms: higher education institutions (HEIs) must create the conditions for all students to succeed.” (Cifuentes Gomez et al., 2022: 2)
- “it needs to be acknowledged that students and lecturers have joint responsibility for student success: a first stage in accepting such responsibility would be to gain a better understanding of the complex processes that seem to influence students’ academic success.” (Hassel & Ridout, 2018: 12)
- “Universities have a responsibility towards students’ education and also with regards to their holistic development, well-being and overall quality of life.” (Knoesen & Naudé, 2018: 269)
Para acceder a más citas de las publicaciones de investigación que demuestran que los profesores tienen una influencia sustancial en los estudiantes en su transición a la educación superior, ver START “Academics can” Compilation of Quotes.
Referencias:
- Charalambous, M. (2020). Variation in transition to university of life science students: Exploring the role of academic and social self-efficacy. Journal of Further and Higher Education, 44(10), 1419–1432. https://doi.org/10.1080/0309877X.2019.1690642
- Cifuentes Gomez, G., Guzmán, P., & Santelices, M. V. (2022). Transitioning to higher education: Students’ expectations and realities. Educational Research, 64(4), 424–439. https://doi.org/10.1080/00131881.2022.2087712
- Ekornes, S. (2022). The impact of perceived psychosocial environment and academic emotions on higher education students’ intentions to drop out. Higher Education Research & Development, 41(4), 1044–1059. https://doi.org/10.1080/07294360.2021.1882404
- Gill, A. J. G. (2021). Difficulties and support in the transition to higher education for non-traditional students. Research in Post-Compulsory Education, 26(4), 410–441. https://doi.org/10.1080/13596748.2021.1980661
- Hassel, S., & Ridout, N. (2018). An Investigation of First-Year Students’ and Lecturers’ Expectations of University Education. Frontiers in Psychology, 8, 2218. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.02218
- Kift, S., & Nelson, K. (2005). Beyond curriculum reform: Embedding the transition experience. Proceedings of the 28th HERDSA Annual Conference, 225–235.
- Knoesen, R., & Naudé, L. (2018). Experiences of flourishing and languishing during the first year at university. Journal of Mental Health, 27(3), 269–278. https://doi.org/10.1080/09638237.2017.1370635
- Meehan, C., & Howells, K. (2019). In search of the feeling of ‘belonging’ in higher education: Undergraduate students transition into higher education. Journal of Further and Higher Education, 43(10), 1376–1390. https://doi.org/10.1080/0309877X.2018.1490702
- Moore-Cherry, N., Quin, S., & Burroughs, E. (n.d.). Why Students Leave: Findings From Qualitative Research Into Student Non-completion In Higher Education In Ireland (Focused Research Report No. 4). National Forum for the Enhancement of Teaching and Learning in Higher Education.
- Pollard, L., & Bamford, J. (2022). Lost in transition: Student journeys and becoming—Deliberations for a post‐COVID era. The Curriculum Journal, 33(3), 346–361. https://doi.org/10.1002/curj.132